jueves, 4 de abril de 2013

Maestros y Estado: la esencia del conflicto

                                                       por Noé Ibáñez Martínez
                    publicado en Periódico AccesoPueblo Guerrero

El enfrentamiento de los maestros ha sido en esencia, contra el Estado. Operarios sociales de la política educativa, los maestros aportan su propia visión del mundo al quehacer educativo, definido en general por el Estado, pero materializado en infinidad de concreciones por los trabajadores docentes, vinculados directamente con la problemática social en el medio rural.

Seguramente, para las presentes generaciones de la sociedad civil y principalmente urbana que son ajenas, hasta cierto punto, del conflicto magisterial, les ha sido molesto e incluso violatorio a sus derechos fundamentales a causa de las acciones emprendidas por el grupo magisterial que desde hace poco más de un mes ha venido promoviendo contra la política educativa del Estado, desde la promulgación de la llamada Reforma educativa.

Sin embargo, habría que reconocer que este conflicto magisterial no es espontáneo ni improvisado, sino que existe una larga tradición de lucha política, social e ideológica que los maestros han llevado a cabo desde hace casi cien años. A través de huelgas, plantones, consignas y marchas callejeras, han expresado y obligado a la sociedad de percatarse de la injusticia y de la falsedad del Estado.

Recordemos que el magisterio nacional, como sector específico de la sociedad mexicana, adquiere una significación política particular, fundamentalmente, al término de la Revolución mexicana; luego de haber sido sólo una aristocracia de teóricos pedagógicos durante la República Restaurada y a lo largo del porfiriato y desligada al pueblo. Empero, se convirtió en los años veinte en un sector importante, cuyo número de mentores incrementó luego de una política de reclutamiento de voluntarios quienes participarían en las misiones culturales y de ahí se involucraron directamente con los problemas de las comunidades y los campesinos.

En otras palabras, las condiciones histórico-estructurales del surgimiento del magisterio nacional, están expresadas en esta necesidad del Estado producido por la Revolución mexicana: integración nacional y desarrollo económico. Aunque, la contrapartida filosófica, el perfil ideológico del maestro en lucha, se encuentra en la obra de José Vasconcelos.

Romper con el espíritu de lucha del maestro rural, quien está contacto directo con las condiciones precarias de la infraestructura educativa de varias décadas, es imposible. Y muchos maestros aglutinados tanto del SNTE como de la CNTE, mantienen ese espíritu de experiencias políticas en su propia historia, como su participación en la lucha por la educación laica en los años veinte; su participación en el proyecto de educación socialista y la organización del campesinado; su lucha permanente por el mejoramiento salarial; por dotar de una dirigencia sindical democrática, expresadas en las jornadas de 1956 y 1958; la participación destacada de los maestros rurales en las guerrillas de los años 70 y la construcción y defensa de escuelas normales rurales.

Además, esta historia llena de cotidianidad, muertos, heridos, desaparecidos, presos, asambleas, debates, marchas, mítines, plantones, huelgas, promesas incumplidas, demagogia…. la que está presente en la actuación política de este sector; colocándolo en el centro de la confrontación social. Están en la primera línea de fuego de esa guerra cotidiana que significa lucha de clases, y parece claro que no se moverán de ahí.

La imagen del maestro mártir, apóstol, santo, soldado de la cultura, redentor del alma del hombre, miserable maestro mal vestido pero engalanado del alma; se puede apreciar, hasta cierto punto que ha venido denigrándose ante los ojos de la sociedad civil y gran parte de la clase trabajadora urbana y empresarial; debido a la diversificación ideológica, la globalización, la era de la información y el consumismo que afecta a gran parte de la población.

El divorcio que existe entre Maestros y Estado, parece ser que también se propaga entre la sociedad civil, al ser violentado sus derechos fundamentales a causa de las acciones inmediatas de las luchas de los mentores. Que los maestros traten de buscar la regeneración del hombre, la recreación de una sociedad colectiva capaz de aglutinar a la sociedad y de legitimar a un nuevo Estado, un nuevo estatuto y un nuevo ordenamiento; es imposible, por las causas mencionadas.

El conflicto magisterial actual en Guerrero llegó a su clímax, luego de que finalmente no hubo acuerdo. Este es un momento en el que, ya sea que el Estado responda con una represión, encarcelamiento de líderes u despido (como ya lo manifestó el secretario de Educación federal) o el momento en el que se demuestre que la sociedad civil está al lado de los maestros para convertirlo en un movimiento popular mayoritario, para buscar revertir no sólo una reforma educativa, sino el tipo de relación de poder. Veremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

OTHÓN SALAZAR