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Sin embargo, poco
sabemos de las propuestas administrativas y alternativas pedagógicas de la
CETEG-CNTE para mejorar la calidad de la educación en México. Por lo que presento
algunas de ellas tomadas del documento que la CNTE iba a entregar este 1 de
mayo al secretario de Educación, Emilio Chuayffet; pero al no recibirlos, los maestros
optaron por no entregarla y señalaron al secretario como una “persona intransigente
y cerrada”.
En primer lugar, los
maestros disidentes proponen una “verdadera transformación educativa, que
arranque con un planteamiento desde el núcleo mismo del proceso educativo, que
sea capaz de movilizar en torno suyo a los actores y fuerzas sociales más
importantes en la educación”. Además, proponen una “educación humanista que
sustituya los valores del mercado por la práctica de valores universales”.
Para alcanzar esto, “la
ruta no es mediante una reforma administrativa y laboral como la que hoy está
en la agenda gubernamental, sino que la educación debe ser para todos, en todos
los niveles, y es necesario también recuperar en los planes y programas de
estudio las lecciones pedagógicas antiguas y modernas que nos permitan ofrecer
a niños y jóvenes una educación a profundidad, amplia y de alto nivel; en
consecuencia, deben transformarse los libros de texto, manteniendo su
gratuidad”.
La CNTE supone también
un esfuerzo financiero del 12% del PIB para la educación a fin de garantizar la
ampliación de la infraestructura en educación en todos los niveles, equipamiento y número de maestros. Exigen que
todos los centros escolares del país cuenten con las condiciones óptimas
materiales y humanas para desarrollar su labor. Un planteamiento serio de
actualización para los maestros en servicio. Y, de un sistema nacional de bibliotecas presenciales y virtuales y acabar
con el analfabetismo.
Con respecto a la
evaluación, los maestros proponen que sea de abajo hacia arriba. Una evaluación
horizontal realizada desde las propias escuelas y comunidades, desarrollada
como un ejercicio dialógico a nivel de cada zona, región y entidad federativa.
Que al mismo tiempo describa los problemas, analice los factores que los
causan, los remedios que pueden darse y recoja las experiencias exitosas de
maestros y escuelas para mejorar la educación. Con ello se comprometen a
estudiantes, maestros, escuelas, comunidades y autoridades con la definición y
solución de la problemática local y regional.
Proponen que en cada
escuela se forme un Consejo de Evaluación electo por la comunidad, que
considere diversos elementos como las condiciones materiales del plantel, el
trabajo docente, la carga administrativa, asistencia regular de alumnos,
aprovechamiento académico, desempeño de las autoridades educativas, etcétera.
Además, respecto a las
escuelas formadoras de docentes, los maestros coinciden en generar una
refundación de las escuelas normales para fortalecer su misión histórica. La
discusión debe girar en por lo menos tres ámbitos: ético, político y
epistemológico. Y demandan la asignación de la plaza automática para los
egresados de ellas, ya que son acreditados y reconocidos oficialmente, y cuentan
con el perfil y el derecho correspondiente.
Debido a que la reforma
educativa no surgió de un proceso de amplia participación, no puede
considerarse democrática. Por ello, la CNTE demanda al Gobierno Federal, a la
SEP, al Poder Legislativo y Judicial, ABROGAR la reforma educativa (a los
artículos, 3º y 73 Constitucionales) e iniciar, en lo inmediato, un debate
nacional y popular sobre la situación de la educación pública y las medidas
para realmente mejorarla y fortalecerla.