por Noé Ibáñez Martínez
El movimiento magisterial que había surgido contra la mal
denominada Reforma educativa promulgada por el Ejecutivo federal, se agudizó luego
de que fue rechazada la iniciativa de reforma alternativa presentada por la
Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero por el
Congreso local y de romperse el diálogo con el Gobierno estatal que encabeza
Ángel Aguirre Rivero.
Existen dos causas muy claras que desencadenaron este conflicto:
primero, una Reforma constitucional en materia educativa de esta índole no fue
consultada, consensada ni avalada por todos los sectores sociales —aunque
fuesen minoría—, sino que fue un acuerdo político —como las demás reformas
aprobadas y por aprobar— a raíz del Pacto por México entre las diferentes
fuerzas políticas y el presidente de la República.
Segundo, tanto la Ceteg como la CNTE reaccionaron tarde después de
ver pasar la Reforma sin “pero” en el Congreso de la Unión. Del 10 diciembre de
2012, fecha en que fue presentada la iniciativa al 25 de febrero de 2013, fecha
en que fue promulgada; transcurrieron sólo 75 días para elevarla a rango
constitucional y a estas alturas, poco pueden hacer los maestros en movimiento,
al menos que muevan la mitad del país.
Sin embargo, la única posibilidad que existe y parecer ser la más
viable, es que las demandas y propuestas de la Ceteg sean analizadas y
discutidas en la Ley secundaria de la reforma educativa federal; a fin de
considerar la realidad y condiciones sociales específicas de algunas regiones
del estado. Es decir, incorporar planes y programas de estudio alternativos e
incorporar el uso de las lenguas indígenas maternas de los pueblos originarios
del estado.
Razón por la cual, los nueve diputados federales del PRD
sostuvieron una reunión ayer con los dirigentes de la Ceteg a fin de buscar ser
interlocutores para llevar sus propuestas e incorporarlas en la ley secundaria,
como en el caso Oaxaca, donde el gobernador Gabino Cué enviará al Congreso
federal un proyecto alternativo, con el fin de enriquecer la Ley General de
Educación Federal, sin romper el estado de derecho, ya que México no puede ser,
efectivamente, uniforme por decreto.
Sin embargo, la coyuntura política y social que vive la entidad
está siendo aprovechada con fines perversos por grupos antagónicos resentidos
contra el Gobierno estatal y que pretenden —aún más— desestabilizar el estado
de derecho para declararlo incompetente y de ser necesario, la desaparición de
poderes en la entidad. Razón que explica también la infiltración de personas
armadas dentro del movimiento magisterial y que en su momento fueron
descubiertos por los mismos maestros y presentados ante los medios de
comunicación y entregados a la autoridad competente.
La adición de la Policía Comunitaria al movimiento magisterial así
como de otras organizaciones sociales, civiles, sindicales y padres de familia,
denominándolo Movimiento Popular Guerrerense; explica también el hartazgo no
sólo contra la actual administración estatal, sino por la acumulación de una
serie de injusticias contra el pueblo a lo largo de las décadas y que grupos de
ultraizquierda aprovecharon para mostrar su rabia por sentirse traicionados,
destrozando las sedes del Congreso y del PRD en la capital.
La megamarcha de este miércoles convocada por la Ceteg y que busca
dos cosas: conmemorar el asesinato de Emiliano Zapata y refrendar la lucha del
Movimiento Popular Guerrerense. No obstante, esto nos permitirá medir la fuerza
con la que está creciendo el Movimiento y su alcance. Asimismo, la ruta que
debe encauzar, el cual debe ser por la vía del diálogo y acuerdos para que en
la ley secundaria se incorporen las demandas de la Ceteg por el bien de la
educación de los pueblos originarios del estado. Veremos.
Twitter: ibanez_mart1