El 8 de septiembre es una fecha en que la Unesco
nuevamente conmemora el Día Internacional de la Alfabetización, el tema para
este año es “Alfabetizaciones para el Siglo XXI”; y en el marco de este evento hubo
dos condecoraciones para el Premio de Alfabetización UNESCO-Rey Sejong y tres
para el Premio UNESCO-Confucio de Alfabetización en 2013.
Sin embargo, más allá de estos reconocimientos lo que
realmente preocupa es el poco avance que ha tenido la alfabetización de jóvenes
y adultos en las últimas décadas. La Unesco continúa cuestionando, ¿Cuáles son
los obstáculos que frenan la alfabetización? ¿Cómo podríamos acelerar el paso y
abordar los problemas? ¿Qué iniciativas conjuntas podrían establecerse para alfabetizar
a un mayor número de personas?
A pesar de que las campañas y proyectos educativos dirigidos
a personas jóvenes y adultas se han intensificado prácticamente en casi todos
los países latinoamericanos en desarrollo, éstos no han alcanzado un éxito absoluto
e incluso son un claro signo de fracaso, a excepción de Cuba, ya que al triunfo
de la Revolución, Fidel Castro movilizó a 250 mil “maestros” durante ocho meses
y redujo el analfabetismo del 21 al 3.9%.
La cuestión es, ¿por qué tuvo tanto éxito? La respuesta
es la Revolución. ¿Y por qué las campañas de alfabetización no han funcionado
en otros países de América Latina y por qué la experiencia cubana no es un
modelo que se pueda generalizar para otros países?
Quizás, uno de los errores que se han venido cometiendo y
se siguen cometiendo en el resto de los países latinoamericanos es que la
alfabetización en sí misma no es viable, salvo para unos cuantos que saben
exacta y urgentemente lo que necesitan para capacitarse. Para que tenga cierto
éxito, “la alfabetización siempre debe integrarse a un conjunto, lo que
equivale decir que los demás componentes son necesarios para la alfabetización,
pero no que ésta sea necesaria para que los demás componentes tengan éxito”.
Además, otro error que se ha cometido es creer que con la
alfabetización se puede resolver todos los problemas económicos, políticos y
sociales de una sociedad. Teoría que también sostiene Eduardo Andere, uno de
los investigadores mexicanos más reconocidos, al referirse a la educación en su
conjunto.
Hace dos años, el actual gobierno estatal que encabeza
Ángel Aguirre Rivero, puso en marcha un programa para coordinar distintos métodos
e instancias para alfabetizar a más de 50 mil personas por año de los 374 mil
analfabetas que habitan en la entidad; sin embargo, a esta fecha el objetivo no
se ha cumplido. La cuestión es, ¿cuáles son las causas del lento avance en
materia de alfabetización y qué alternativas podremos implementar para acelerar
el proceso y obtener un mejor resultado?
Estas y otras preguntas las responderé con detalle en una
obra bibliográfica que en las siguientes semanas será publicada, bajo el título
de: Los herederos del analfabetismo: la
experiencia educativa de Guerreros por la Alfabetización. En la obra nos
daremos cuenta de que se cometieron los mismos errores de siempre (simulación,
corrupción, apatía, etcétera) y también, hago algunas propuestas (ideas) que
nos ayudarán a diseñar una estrategia de alfabetización para obtener un mejor
resultado. En su momento haré público la noticia.
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