Carlos
Navarrete, Chilpancingo, Gro. 04 de agosto /ANG.- Desplazados de las diferentes
comunidades de la sierra de Guerrero, que desde el pasado 24 de julio
abandonaron sus hogares por presión de la delincuencia organizada dieron a
conocer que la presencia de los grupos
delictivos en esta zona se debe a que quieren entrenar a sus hijos como
sicarios.
Según
testimonios de varias mujeres que se vieron obligadas a abandonar sus
comunidades, la presencia de grupos de la delincuencia organizada en esta zona
de Guerrero, se debe a que quieren arrebatarles a sus hijos para entrenarlos y
sumarlos a las filas delictivas como sicarios.
Se
trata de por lo menos mil personas las afectadas por esta situación y son
originarias de las comunidades de Amacahuite, el Rodeo, el Capire, Ixtayotla,
Tetela del Rìo, Buena Vista, el Órgano, el Pescado y Rancho Viejo, todas
pertenecientes al municipio de Heliodoro Castillo.
La
presencia de grupos antagónicos en estos poblados obligó a que familias enteras
abandonaran sus hogares, refugiándose actualmente en la comunidad del Caracol,
donde se encuentran 500 personas, mientras que en Huahutla hay otras 500.
En
la cabecera municipal son poco más de 300 personas que se están refugiando en
la Casa de los Bienes Comunales de Tlacotepec, que fue habilitada como un
refugio temporal, en donde la población acude con alimentos, ropa y juguetes
para los niños, además de las despensas y cobertores que les hizo llegar el
gobierno estatal.
Las
víctimas aseguran que la violencia se comenzó a generar desde el mes de mayo,
pues las comunidades de donde fueron desplazadas son colindantes con los
municipios de Apaxtla de Castrejón y San Miguel Totolapan, lugares que en
fechas recientes han sido escenario de enfrentamientos y decenas de muertes.
Explicaron
que ya sabían de la violencia que se vivía en la región Norte y de Tierra
Caliente, sin embargo descartaban que se extendiera hasta sus comunidades, pues
el Río Balsas divide a Apaxtla de Castrejón y San Miguel Totolapan de la sierra
de Tlacotepec, pese a esto, en el mes de mayo ya se observaba la presencia de
comandos armados en sus pueblos.
Pero
fue hasta el pasado lunes cuando un grupo de hombres armados secuestro a seis
menores de entre 13 y 17 años en la comunidad de Tetela del Río,, haciéndole la
advertencia a todas las familias de que pasarían casa por casa para llevarse a
sus hijos.
Ante
esto decidieron abandonar esta comunidad de forma masiva, para trasladarse a la
cabecera y a otros poblados en donde pudieran ponerse a salvo, aunque se supo
de padres de familia que fueron asesinados por tratar de impedir que se
llevaran a sus hijos, sin que hasta la fecha se sepa el número exacto de
personas muertas.
La
noticia se supo en el resto de las comunidades, por lo que las familias también
optaron por abandonar sus viviendas y evitar que los niños fueran secuestrados
por personas que pertenecen al crimen organizado.
Las
víctimas aseguran que los grupos delictivos que entraron a estos pueblos son
los mismos que ocasionaron el desplazamiento de decenas de familias en el
municipio de San Miguel Totolapan, y que además operan en Arcelia y Apaxtla de
Castrejón.
Familias
enteras dejaron todas sus pertenencias, casas, ganado y cosechas, para ponerse
a salvo, incluso en varias escuelas de la sierra de Tlacotepec no se
concluyeron las clases ni tampoco hubo clausuras, pues la delincuencia
organizada paralizó todo tipo de actividades (ANG).
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