domingo, 7 de julio de 2013

La democracia por un día

por Noé Ibáñez Martínez
Este domingo 7 de julio, hubo elecciones en 15 entidades de la República mexicana en los que ciudadanos acudieron a las urnas para renovar una gubernatura, 931 alcaldías y 442 diputaciones locales.

El voto que los ciudadanos emiten en las urnas a favor de cierto candidato se trata de un ejercicio que los políticos manejan como la plena práctica de la democracia en México y qué ésta se encuentra en una etapa de consolidación. Sin embargo, para ser realistas el voto no es sinónimo de democracia, sino una mínima parte de un conjunto que lo define.

Las elecciones que se festejan para renovar cargos públicos en el país como parte del sistema político que lo rige, es la versión oficial la que resalta la democracia como el camino viable de participación ciudadana para lograr la igualdad, el progreso y el bienestar social; sin embargo, restringen su práctica solo por un día a través de un voto.

Esto convierte la democracia en México de carácter ilusionista, fundamentalmente por dos razones: a) Su redacción en la norma constitucional y legal es muy restringida; y b) No están debidamente reglamentadas las figuras de democracia participativa. Por ello, se debe replantear la soberanía para que deje de ser una institución guardada en el ropero y el ciudadano deje de ser un “soberano don nadie” (Muñueco, 2006).

Pero el ejercicio del voto no es lo que resalta en el día de las elecciones; sino las viejas prácticas de corrupción que aplican y cometen los miembros y simpatizantes de los partidos políticos para intimidar, coaccionar, comprar, condicionar, e incluso, cometer agresiones y asesinatos a sus adversarios.

Durante la jornada electoral de ayer, se denunciaron decenas de anomalías e incluso enfrentamientos y asesinatos; quizás el caso más indignante fue el de Feliciano Castillo Hernández, un joven de 17 años que descubrió que integrantes de Antorcha Campesina de Jalapa, Veracruz, distribuían despensas a cambio de voto para el candidato del PRI Jesús Cruz Hernández y los comenzó a videograbar, por lo que los infractores lo golpearon, pero la antorchista Sofía Cruz Hernández lo apuñaló de muerte (La Jornada, 07/07/13).

Las denuncias por anomalías vinieron de por todas partes, los partidos políticos se acusaron entre sí; lo que ya es común en jornadas electorales. Todos se pronuncian como democráticos y que “respetan la decisión del pueblo”, la cual se ejerce mínimamente con el derecho al voto y por un solo día. ¿Cuándo se ejercerá una democracia real sin simulación?

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OTHÓN SALAZAR